martes, 8 de junio de 2010

¿Puede un ministro ser gay?


Pues claro que sí, faltaría más. Un gay puede ser ministro, astronauta, o cualquier cosa que se proponga, y en la Europa del siglo XXI, esta pregunta no debería ni lanzarse al aire.
Pero por lo visto, no todo el mundo lo tiene tan claro. En el Reino Unido, el diario The Sun ha tenido la genial idea de preguntar a los internautas si un ministro puede ser gay, tras la dimisión del secretario del Tesoro, David Laws, por haber pagado con fondos públicos el alquiler de unas habitaciones en propiedades de su pareja.
Lo único que me consuela es que la pregunta la ha realizado un periódico amarillista y con bastante poco prestigio y no un periódico serio. Pero aún así, el asunto clama al cielo. Y de todas maneras, el diario sensacionalista no se ha ido de rositas, ya que tras la publicación de la encuesta, el diario ha sido atacado intensamente en Twitter y en otras redes sociales por internautas cabreados por semejante pregunta.
Y también me consuela que frente a la bajeza de los periodistas del The Sun, los internautas que han contestado la encuesta han apostado claramente por la igualdad de todos los ciudadanos, ya que el 76% de los británicos que participaron en la encuesta afirmaron que no le importaba que un gay fuera ministro, mientras que un 13% contestó que era una buena idea que los gays entraran en el Ejecutivo del Reino Unido, y sólo un 5% se posicionó contra la entrada de gays en el Gobierno.
Y lamentablemente, no penséis que el The Sun es el único diario en el que se está haciendo sangre por la homosexualidad de David Laws. En el Daily Mail, el columnista Richard Little John escribió que “Para ser honesto, siempre he considerado que todos los diputados liberales eran homosexuales, al menos hasta que me demuestren lo contrario”.
Increíble que a estas alturas, todavía queden periodistas y medios de comunicación que hagan sangre de hechos como este, bien sea por vender más periódicos, o bien porque realmente tengan posturas homófobas. Y sobre todo, porque parece que para determinados medios, en el asunto de Laws lo importante es que es gay, y no el uso indebido de fondos públicos. Sobre todo teniendo en cuenta que en la última legislatura se descubrió que un buen puñado de diputados británicos habían pagado con cargo a los fondos públicos las cosas más inverosímiles que os podáis imaginar.
Desde piscinas a canchas de tenis, a comida para las mascotas, pasando por arreglarse jardines particulares o amueblar sus domicilios. Pero parece que eso no les importa a muchos. Lo que importa es generalizar, y lanzar preguntas absurdas para ver si alguien duda, abriendo una nueva brecha en materia de igualdad entre heteros y gays, olvidando que lo que importa en política es saber gestionar, y no con quién se mete en la cama cada uno.

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